El ozono en la dermatología
Existe una amplia variedad de estudios científicos que avalan el tratamiento con ozono para afecciones dermatológicas, incluidas las infecciones cutáneas y las heridas.
La oxígeno-ozono terapia en la piel no solo permite mejorar su calidad y aspecto (hidratación, color, turgencia y elasticidad), sino que además su efecto inmunomodulador contribuye a disminuir la incidencia de enfermedades con base inmunológica, como psoriasis, eccemas o liquen plano, entre otras. La ozonoterapia también disminuye la aparición de lesiones premalignas y malignas en la piel, como queratosis actínicas, epitelomas y melanomas.
La oxígeno-ozono terapia permite combatir el envejecimiento cronológico normal, debido a factores genéticos, hereditarios u hormonales, así como por trastornos nutricionales o hábitos tóxicos. La ozonoterapia tópica también combate el envejecimiento ocasionado por daño solar, que al ser un formador de radicales libres en la piel, genera un efecto “acelerador” del envejecimiento normal.